La enfermedad de Alzheimer, o demencia senil, no es un destino inevitable, sino una posibilidad que nos amenaza a todos. El estrechamiento de la adaptabilidad mental y la impotencia que conlleva es un final verdaderamente indigno para una vida sana y activa.
La prevalencia de la enfermedad de Alzheimer se dispara
Hay un refrán que dice que se dispara al mensajero cuando trae malas noticias. Nadie quiere oír hablar de las sombrías perspectivas de la vejez, porque todos sabemos en el fondo de nuestro corazón que, en última instancia, el tiempo juega en nuestra contra.
Las estadísticas parecen confirmarlo. En 2005, 24 millones de personas en todo el mundo padecían demencia. Pero su prevalencia está aumentando rápidamente, de modo que en 2010 la cifra era ya de 35 millones, y los expertos predicen que este número se duplicará en unas dos décadas.
Así pues, cada vez hay más posibilidades de que nosotros mismos seamos uno de esos que, en lugar de jugar con sus nietos, ni siquiera reconozcan a sus seres queridos. Pero si no quiere renunciar a la autosuficiencia y a una vida cotidiana normal en la vejez, existe la oportunidad de hacer algo ahora. La receta para la prevención es relativamente sencilla:
Cuide la salud de su cerebro todos los días
Con unos pocos cambios en su estilo de vida, puede hacer maravillas contra la enfermedad del olvido. En su libro The Anti-Alzheimer's Prescription, el profesor de la Universidad del Sur de California Vincent Fortanasce resume varios métodos de prevención eficaces.
Lo primero y más importante: ¡pásate a la fruta y la verdura urgentemente! Un estudio sobre una población japonesa de 1.836 personas, citado por Fortanasce, reveló que esta dieta reducía significativamente el riesgo de demencia ya en los 7-10 años siguientes.
Por la abundancia de sus componentes biológicamente activos, hay que optar sobre todo por las bayas. También son las más eficaces en la lucha contra los radicales libres que dañan el cerebro, conocidos como antocianósidos.
Lo ideal sería comer un puñado de bayas al día, pero claro, eso no es tan fácil de hacer. Sin embargo, InnoFit Topform, Child y Purfit le permiten consumir todas las bayas necesarias de forma concentrada y de la manera más cómoda posible, durante todo el año.
Una vez que haya dado este giro afrutado a su alimentación, también puede aumentar su consumo de pescado para alimentar su cerebro con el valioso ácido graso omega-3. Además, la remolacha, rica en ácido fólico (vitamina B9), ralentiza y previene la atrofia de las zonas del cerebro más afectadas por el Alzheimer (razón de más para consumir InnoFit Topform o Child de InnoFit, ya que contienen remolacha).
Una vez conseguido todo esto, el libro del profesor Fortanesce dice que hay una cosa más que se puede hacer: ¡vivir una vida feliz, rodeado del mayor número posible de amigos y de seres humanos cariñosos y solidarios! Según sus propias palabras, la fuerza del apoyo social (una vida social activa, una sólida red de relaciones) está relacionada con la prevención de la enfermedad de Alzheimer: ser un ser social activo puede mantenerte física y mentalmente en forma durante más tiempo.
Dieta y estilo de vida: ¡empieza a reformar ambos! Porque nunca es demasiado tarde, ni tampoco demasiado pronto, para empezar a prepararse para una vejez feliz y mentalmente fresca.
