3 de octubre

¿Está preparado para la temporada de frío invernal?

Salud

Tal vez tengas en casa una o dos vitaminas y gotas nasales... ¿Pero será suficiente?

Permíteme que te lo diga: no existen curas milagrosas, pero con una alimentación natural, tu cuerpo puede hacer maravillas. Para hacerlas, sin embargo, necesita apoyo externo: necesita obtener los nutrientes adecuados para que su organismo funcione eficazmente.

Y puede que no baste con tomar un par de vitaminas en invierno para mantenerse sano.

Hay varias razones para ello...

1.

¿Unos pocos principios activos o verdadera complejidad?

Muchos estudios demuestran que las soluciones naturales son mejores para el organismo que las artificiales. No hay sólo uno o dos ingredientes activos en una verdura o fruta, sino cientos. Contienen sus vitaminas, minerales y oligoelementos necesarios para una correcta absorción y utilización en forma compleja, a diferencia de los complementos nutricionales disponibles en las tiendas. Los valiosos principios activos de las plantas no son "guerreros solitarios", sino que trabajan juntos, en sinergia, reforzándose mutuamente para producir sus efectos beneficiosos.

Un buen ejemplo de ello es que, hace mucho tiempo, cuando los investigadores descubrieron que el ajo tenía un efecto hipotensor, pensaron que uno de sus componentes químicos estaba dotado de esta propiedad. Para averiguar cuál era, pasaron mucho tiempo descomponiéndolo en compuestos y buscando cuál de sus principios activos era el que reducía la tensión arterial en concreto. Pero, por desgracia, ninguno de ellos podía considerarse eficaz al 100% para reducir la tensión arterial. Así que empezaron a emparejar y agrupar los compuestos y, sorprendentemente, ¡obtuvieron resultados cada vez mejores! Fue entonces cuando se dieron cuenta de que no eran los principios activos individuales, sino el conjunto del ajo el que tenía el "poder mágico". Es el mismo tipo de situación que se da cuando se toman sólo suplementos de hierro y ácido fólico, esperando un milagro, frente a comer remolacha, que contiene muchas otras sustancias valiosas además de hierro y ácido fólico.

2.

¿Sintético o natural?

Los pequeños sensores inteligentes y extraños del cuerpo lo escanean todo repetidamente y pueden decir de un vistazo cuál es la sustancia real, natural, idéntica a las células y cuál es la imitación extraña, producida artificialmente.

No hay negociación, la distinción está hecha. Es como si te dieran dos vasos de agua: uno de manantial natural y otro de H2O elaborado químicamente. Te relacionarás con los dos de forma completamente diferente en todos los sentidos. Porque tu cuerpo percibirá de inmediato la enorme diferencia, aunque a ambas las llamemos "agua".

Sus células dejan entrar las sustancias naturales, mientras que a menudo luchan contra los elementos artificiales, porque les parecen nocivos y extraños.

Además, la ciencia moderna intenta en vano modelar los efectos naturales. Las obras de la naturaleza están demasiado bien ensambladas para poder descifrarlas tan fácilmente, por no hablar de copiarlas...

Por ejemplo, la vitamina C natural es uno de los agentes anticancerígenos más eficaces. Los átomos de hidrógeno, oxígeno y carbono que contiene, cuando entran en una célula, producen una sustancia muy tóxica, el hiperol. Pero las células sanas descomponen inmediatamente este peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno, lo que es beneficioso para ellas. Sin embargo, cuando la vitamina C entra en una célula tumoral y produce este compuesto tóxico, no podrá descomponerlo. Así es como la vitamina C destruye las células anormales.

Pero su homólogo producido sintéticamente no es muy capaz de hacer esto. Sin embargo, puede depositarse en el sistema vascular, dejando un rastro de problemas a su paso. Esto se debe a que las sustancias activas producidas en el laboratorio, e incluso mostrando buenos resultados en esas circunstancias artificiales, a menudo se comportan de manera diferente en el cuerpo que en un tubo de ensayo debido a las interacciones mucho más complejas. No están preparadas para esta misión natural, en vivo.

También es importante señalar aquí que la vitamina C necesita también a sus "amigos", como el calcio, el magnesio y el selenio, para su correcta absorción y utilización.

3.

¿Media ampolla, dos trozos o una cucharada?

Nunca se sabe y sólo se puede adivinar qué cantidad y qué tipo de vitaminas, minerales y oligoelementos se necesitan para el funcionamiento óptimo del organismo. Un niño tiene necesidades diferentes a las de un atleta, una mujer sana, un hombre con exceso de trabajo o una persona mayor, etc.

Pero si ingerimos estas sustancias de forma compleja, orgánica y natural a través de frutas y verduras, el cuerpo utilizará sin duda la cantidad que necesite. Y lo que no necesita, lo guarda para "días de lluvia" o lo excreta en la orina o las heces. La nutrición natural lleva miles de años ayudando a las personas. Así que recurre a la fruta y la verdura. Comer medio kilo o un kilo de fruta y verdura al día ha demostrado en numerosos estudios tener un impacto positivo en nuestra salud. Pero, si no puedes comer esa cantidad y de forma variada a diario, no desesperes. Los productos InnoFit le ofrecen una solución sencilla y deliciosa gracias al poder de la naturaleza.

¡Recarga tu cuerpo para resistir los retos de la temporada de frío invernal!

Erzsébet Mihalikné Krémer


Educadora sanitaria y creadora de la familia de productos InnoFit